CAMPAMENTO DE AUCALLAMA
¡Separa tu tiempo!
¡Serán días inolvidables!
ORGANIZA
Asociación Internacional de Profesionales Bautistas
CAMPAMENTO DE AUCALLAMA
¡Separa tu tiempo!
¡Serán días inolvidables!
ORGANIZA
Asociación Internacional de Profesionales Bautistas
Hay quienes creen que los comunicadores sociales cristianos sólo están para escribir notas de prensa para los medios de comunicación, festejar cumpleaños, armar el periódico mural y tomar fotografías, grabar o filmar cuando el pastor está en una reunión muy importante o la iglesia celebra algo. Lo peor del caso es que algunos comunicadores sociales también creen que esa es su función, porque adolecen de visión para ejercer su profesión en sus congregaciones.
Las relaciones públicas para la iglesia no sólo es manejo de imagen institucional, incluye en estos tiempos globalizados,. la auditoría de imagen, la administración de los riesgos reputacionales y el manejo de crisis institucionales de la iglesia.
Urge que los pastores que tengan en sus iglesias comunicadores sociales deban dejarse asesorar en algunos aspectos de la vida eclesial. No pretendemos que la iglesia crezca por el márketing relacional, pero sí por la estrategia biblica, basada precisamente por el comunicador por excelencia: Jesucristo.
Como resultado de las bendiciones recibidas en el Campamento de Profesionales 2009, un grupo de creyentes, miembros de diversas iglesias locales, acordó unir sus esfuerzos para que juntos puedan ser de mayor bendición en sus iglesias locales.
En ese grupo participaron pastores y profesionales, quienes movidos por la voluntad de Dios, empezaron el Ministerio de Profesionales Bautistas, entendiéndose que en esta nueva comunidad eclesial participan profesionales, empresarios y pastores.
El Ministerio de Profesionales Bautistas, es un esfuerzo que se realiza para que el ministro de una iglesia local pueda aprovechar el potencial de sus miembros que han sido formados académicamente en distintos centros de capacitación.
Sin embargo, la eficiencia del trabajo no estará en el conocimiento y experiencia del profesional, sino en su servicio en la obra, voluntad para estar atento al llamado de Dios y sujeto a las normas de su iglesia local. En otras palabras, una persona dispuesta a servir. De ahí el lema del ministerio: "LLamados para Servir".